Un número cada vez mayor de personas se somete a terapia con luz roja para aliviar afecciones crónicas de la piel, aliviar dolores musculares y articulares, o incluso para reducir los signos visibles del envejecimiento. Pero, ¿con qué frecuencia se debe utilizar una cama de terapia con luz roja?
A diferencia de muchos enfoques terapéuticos únicos, la terapia con luz roja es un tratamiento altamente personalizable y personalizado. La terapia con luz roja, también conocida como fotobiomodulación (PBMT), utiliza el poder de la luz para estimular la producción de energía y la curación dentro de las células. La terapia con luz roja es un tratamiento que depende de la dosis, lo que significa que la respuesta de su cuerpo mejora con cada sesión. Un programa de tratamiento constante proporciona los mejores resultados.
Muchos pacientes se preguntan con qué frecuencia deberían utilizar una cama de terapia con luz roja. La respuesta es: depende. Algunas personas requieren sesiones frecuentes, mientras que otras pueden arreglárselas con un tratamiento de vez en cuando. La mayoría obtiene buenos resultados con una sesión de 15 minutos, de 3 a 5 veces por semana durante varios meses. La frecuencia con la que utiliza una cama de terapia con luz roja también depende de la gravedad de la afección que desea tratar, su edad y su salud general, así como su sensibilidad a la luz.
Debido a que cada persona es diferente, es más prudente comenzar poco a poco y avanzar hasta sesiones frecuentes. Es posible que desees comenzar con una sesión de 10 minutos cada dos días durante la primera semana. Si experimenta enrojecimiento o tirantez temporal, reduzca el tiempo de terapia. Si no experimenta enrojecimiento ni tirantez, puede extender el tiempo de terapia diaria a un total de 15 a 20 minutos.
La curación ocurre a nivel celular y las células requieren tiempo para sanar y regenerarse. La terapia con luz roja comienza a funcionar inmediatamente y los resultados solo mejoran con cada sesión. La mejora de los problemas a largo plazo suele notarse después de 8 a 12 semanas de uso constante.
Al igual que con otros tratamientos, los resultados de la terapia con luz roja son duraderos, pero no permanentes. Esto es especialmente cierto para las afecciones de la piel, ya que las células cutáneas nuevas reemplazan a las células cutáneas viejas tratadas con bastante rapidez. El uso de la terapia con luz roja y otros tratamientos durante mucho tiempo proporciona mejores resultados, pero los pacientes a veces se muestran reacios a cumplir con los planes de tratamiento a largo plazo.
Los proveedores de atención médica a menudo pueden ayudar a los clientes a cumplir un plan de tratamiento combinando la terapia con luz roja con otros tratamientos. Recibir dos o más tratamientos en cada visita ayuda a los clientes a ahorrar tiempo valioso y disfrutar de mejores resultados. Los clientes también se sienten alentados por el hecho de que la terapia con luz roja es segura: como no daña la piel ni el tejido subyacente, prácticamente no hay riesgo de exagerar. Además, el tratamiento sin medicamentos rara vez produce efectos secundarios.