El principio del bronceado

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¿Cómo está estructurada la piel?

Una mirada más cercana a la estructura de la piel revela tres capas distintas:

1. la epidermis

2. la dermis y el

3. capa subcutánea.

La dermis se encuentra por encima de la capa subcutánea y está compuesta esencialmente por fibras elásticas, que se entrelazan en diagonal y horizontalmente, lo que le confiere una gran resistencia. Los vasos sanguíneos terminan en la dermis, donde también se encuentran las glándulas sudoríparas y sebáceas, así como los folículos pilosos.

La capa de células basales se encuentra en la epidermis en la transición entre ésta y la dermis. Esta capa genera constantemente nuevas células, que luego se mueven hacia arriba, se aplanan, se cornifican y finalmente se desprenden.

¿Qué es el bronceado?
La mayoría de nosotros experimentamos tomar el sol como algo muy placentero. La calidez y relajación nos aporta una sensación de bienestar. Pero ¿qué está pasando realmente en la piel?

Los rayos del sol inciden sobre los pigmentos de melanina de la epidermis. Estos se oscurecen con los rayos UVA de la luz. Los pigmentos de melanina están formados por células especiales que se encuentran más profundamente en la estructura de la piel, llamadas melanocitos, y luego se mueven con las células circundantes hacia la superficie. Los pigmentos oscurecidos absorben parte de los rayos del sol y protegen así las capas más profundas de la piel.

La gama UVB de los rayos solares penetra más profundamente en la piel y actúa sobre los propios melanocitos. Luego se estimulan para que formen más pigmentos, creando así la base para un buen bronceado. Al mismo tiempo, los rayos UVB hacen que la capa córnea (el callo) se espese. Esta capa más gruesa contribuye a proteger la piel.

¿Qué otros efectos tiene el sol además del bronceado?

El efecto calmante de tomar el sol proviene no sólo del calor y la relajación que se experimentan, sino también del efecto energizante de la luz brillante; todo el mundo conoce el buen humor que sólo un día soleado de verano puede traer.

Además, pequeñas dosis de UVB favorecen los procesos metabólicos y estimulan la formación de vitamina D3.

Así, el sol produce multitud de efectos positivos:

1. un aumento de la vitalidad física
2. el refuerzo de las propias defensas del organismo
3. una mejora en las propiedades del flujo sanguíneo
4. una mejora en el suministro de oxígeno a los tejidos del cuerpo
5. Metabolismo mineral ventajoso gracias a un mejor suministro de calcio.
6. la prevención de enfermedades óseas (por ejemplo, osteoporosis, osteomalacia)

Las quemaduras solares son una señal segura de que la piel ha estado sobreexpuesta y, por lo tanto, deben evitarse a toda costa.

¿Qué es la luz del sol?
La luz, y en particular la luz del sol, es una fuente de energía sin la cual la vida es inconcebible. La física describe la luz como radiación electromagnética, similar a las ondas de radio pero en una frecuencia diferente. La luz del sol comprende una multitud de frecuencias diferentes que podemos ver usando un prisma, como los colores del arco iris. Pero el espectro no termina en el rojo y el azul. Después del rojo viene el infrarrojo, que experimentamos como calor, después del azul y el violeta viene la luz ultravioleta, que provoca el bronceado de la piel.

Tomar el sol al aire libre o en el solarium: ¿hay alguna diferencia?
La luz del sol, ya sea que provenga de un enchufe o del cielo, es fundamentalmente la misma. No existe la “luz artificial” en el sentido de que sea fundamentalmente diferente de la luz solar. Sin embargo, una gran ventaja de las tumbonas es que los componentes individuales del espectro se pueden adaptar con precisión a las necesidades del usuario. Además, en una tumbona no hay nubes que bloqueen el sol, por lo que la cámara de dosis siempre se puede determinar con precisión. Es importante asegurarse, tanto al aire libre como en la tumbona, de que la piel no se sobrecargue.

Broncearse sin quemarse: ¿cómo funciona?
Los rayos del sol pueden, además del efecto bronceador deseado, provocar enrojecimiento no deseado de la piel, eritema - en su
peor forma, quemaduras solares. Para tomar el sol una sola vez, el tiempo necesario para broncearse es en realidad más largo que el necesario para que la piel se enrojezca.
A pesar de ello, también es posible conseguir un bonito bronceado sin quemarse, simplemente tomando el sol con regularidad. La razón es que el cuerpo reduce con relativa rapidez las fases preliminares del enrojecimiento de la piel, mientras que el bronceado se va acumulando constantemente tras la exposición repetida.

En la tumbona se conoce la intensidad exacta de la luz ultravioleta. En consecuencia, el plan de bronceado se puede ajustar para garantizar que el individuo se detenga antes de que comience a quemarse y luego que se consiga un buen bronceado mediante la exposición repetida.

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